Pruebas de tejado con caña y barro

La idea era generar un tejado de caña y barro para el porche de la caseta de herramientas y para el gallinero, pero antes teníamos que hacer alguna prueba de ejecución y ver como poder llevarlo a cabo. 

Esa prueba se ha hecho en la caseta de los perros.



Como hemos dicho en el anterior post, por ahorrar tiempo y ser más eficaces, para cubrir el porche y la casa de herramientas hemos optado por la chapa, pero la intención es hacer con caña, tierra y paja el techo del gallinero. 

Acortando los aleros de caña

Las pruebas para generar este tipo de cubierta se han hecho en los aleros del tejado de la caseta de Chula y Pancha.  Hemos empezado por hacerlos más pequeños, para evitar el peso escesivo, y les hemos colocado 5 puntos de apoyo de madera anclados al suelo con piedra y argamasa. 

Sobre la estructura de caña hemos puesto una capa de mortero de barro aligerado con paja de unos 5 cm, aplicado con la mano pero dejandolo bien prensado para evitar huecos por los que se generen humedades.

Puntos de apoyo con ramas de melia en las esquinas

¿Por que aligeramos con paja el mortero? por dos razones:
-   Evita las grietas que le saldrían a la arcilla al secar, puesto que las fibras de paja hacen de puentes unión para la mezcla.
-   Aligeramos mogollón el peso de la mezcla para que pueda ser soportado sin problemas por la estructura de caña. Una capa del mismo grosor, si solo tuviese tierra, pesaría más del doble.

Una vez seca esta mezcla hemos añadido una pequeña capa de unos 5 milímetros de tierra muy arcillosa, aplicada con mucha presión para cerrar bien el poro de la arcilla.

Chula princesil vacilando dentro de su casa

La arcilla actua como semiimpermeabilizante natural para el tejado, puesto que con el agua se hincha y genera una capa practicamente sin poros por donde penetre el agua. Si el tejado tiene inclinación, el agua resbalará sin mayor problema. O esta es la teoría que ha llegado a nuestros oidos, ya veremos cuando pase el tiempo.... de momento el otoño está siendo lluvioso y parece ir bien.

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Añado esta foto que es la que da comienzo al post, en grande para que se vea como ha resistido el alero de barro a un otoño lluvioso. Además así tambien fardamos de techo verde, por fin verde, y de comedero autorrecargable de reutilización.