Una vez terminados los acabados exteriores con hormigón, la siguiente fase para seguir con la operación "Marchamos a Cuenca con dignidad" era resolver el acabado interior aplicando yeso y poner por fin el suelo.
Como a estas alturas ya estábamos más en Cuenca que en Ciudad Real, Miguelillo se dejó engañar un poco más y ha sido el encargado de llevar a cabo esta tarea que le ha llevado más de un mes de trabajo intenso.
Por pasos:
- Picado de los revocos de arcilla y paja que contenía el interior en las zonas donde estaban desprendidos, respetando los que si tenían sujeción.
- Aplicación de estopa empapada en yeso en las juntas de los sacos para garantizar el agarre del yeso aplicado posteriormente
- Una primera capa de yeso aplicada a "cholón". En la fotografía anterior se puede ver aplicada en algunas zonas la primera capa de yeso.
- Una segunda capa fina como acabado final.
- Limpieza de escombro y preparación de la solera para poner las baldosas del suelo.
Debajo de todos esos sacos de yeso hay al menos 10 centímetros del escombro de las paredes pisoteado en el suelo....
Marcas de nivel con azulete, ojos de buey y tubos de entrada y salida de aguas.
El suelo es gres imitación a madera. Descartamos la madera natural porque pensamos que en el campo se iba a rozar mucho y necesitaría mucho mantenimiento.
Cuando estuvimos viendo pisos, lo único que nos gustaba a las dos eran las baldosas de colores saturados pero pensábamos que no iban a pegar mucho en una construcción campestre. Estas baldosas aparecieron de sorpresa sin esperarlas y lo vimos claro.
Comentarios
Un beso,
Lucía