Una noria de río en Villalba de la Sierra



No puedo dejar de flipar con los inventos mecánicos antiguos, que utilizaban las fuerzas de la propia naturaleza para generar un bien, sin dañar su entorno. 

El otro día en nuestro paseo de Chulas, nuestra amiga Carolina Celis, nos llevó hasta esta maravilla. Lo que no sabíamos es que aún funciona y que nos la encontraríamos en marcha. 


En un primer momento pensamos que era una molino de agua, cuya energía se utilizaba para moler grano o generar electricidad. Nos llevamos una sorpresa al verlo en movimiento y percatarnos de que esa mole era una noria, destinada a llevar el agua del río a las huertas colindantes y que aún funciona a la perfección.


Este es el esquema de funcionamiento de las antiguas norias que se usaban por nuestra zona.


Esta es la apariencia física de esas norias.
Las pocas que quedan en pie tienen función ornamental. 



En nuestra zona, las norias se usaban con fuerza motora animal para sacar agua de los pozos, en la época en la que el nivel freático no superaba los 4 o 5 metros del nivel del suelo. Hoy sería prácticamente imposible sacar agua de los pozos con éste método en la zona de La Mancha, debido a la sobre explotación del agua del subsuelo.











Esta es la noria que nos encontramos el sábado: 


Utiliza la fuerza del propio río para ponerse en marcha. Los remos, que sobre salen entre los cangilones, son los que junto con la presión del agua del río, hacen que esta mole pueda moverse.

Los cangilones - que en la fotografía de arriba son de loza, pero que normalmente eran de chapa - en ésta, tienen grandes dimensiones. Pensados para cargarse de agua en su lento pasear subacuatico y que por estar colocados estratégicamente y tener una apertura pequeña, pierdan el menor volumen de agua. 






En la foto se ve la compuerta cerrada, para obligar al río a pasar por la zona de movimiento de la noria con mayor presión. 











En esta fotografía vemos la noria en marcha vertiendo agua en el canal de chapa que transporta el agua hasta un canalón de riego que fluye en lo alto de la pared de piedra que se ve a la derecha.

Los cangilones son de chapa, amarrados a la estructura redonda con grandes tornos de hierro.

La única apertura de estos es ese agujero por donde se ve vertiendo el agua. La lentitud de movimiento de la noria, hace que el depósito del cangilón se llene completamente, sin derramar a penas agua en la subida por estar colocado en la parte más alta, quedando completamente vacío, antes de que comience a bajar, en el canal de recogida principal.




Seguimos la pared de piedra hasta el final, para ver donde acababa el recorrido del agua. 

La fotografía de abajo, deja ver el final del canalón por el que el agua corre en busca de las huertas. Si la amplías puedes ver al fondo la parte más alta de la estructura de la noria. 






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