Finalmente hemos terminado el sistema de drenaje para la zona de entrada de la casa.
Y hemos dejado el terreno muy igualadito.
El sistema de drenaje consiste en una zanja principal y varias perpendiculares en pendiente, rellenas todas de piedras para facilitar el flujo del agua de lluvia que la tierra filtra hacia zonas más alejadas de la casa, evitando así bolsas de agua y tierras blandas subterráneas en las inmediaciones de la casa.
En honor a la verdad, no había piedras suficientes, así que hemos dejado un lecho de piedras en la parte más profunda, hemos metido un tubo con ranuras cada 20 centímetros y terminado de rellenar las zanjas con rechazo (menos eficaz pero más barato) hasta hacerlas desaparecer.
Por el camino hemos roto un tubo de ventilación, que arreglamos con unos parches a medida y una tubería que lleva agua potable hasta la casa. Pedro, el dueño, lo arregló cortándolo y empalmándolo con una pieza de fontanería, comprada específicamente para ello.
Comentarios
Esta entrada se refiere a un trabajo que hicimos como voluntarias en el Valle de Carranza, pero nuestro proyecto físico está en Ciudad Real.
Supongo que no ser de la misma ciudad no desmerece al blog y si te apetece una escapada, estas invitadísimo a pasarte a conocer la finca Pájaros en la cabeza.
Un saludo.