Esta semana ha sido la semana del comienzo.
En el ayuntamiento nos han dicho que a falta de ser firmado el decreto que nos posibilita empezar, el informe sobre nuestra petición es positivo, de manera que ya hemos empezado a mover los mecanismos para comenzar a dar forma a lo que será la parcela del proyecto Pájaros en la Cabeza.
Por fin hemos empezado a vallar, de momento los palos del vallado lucen orgullosos el contorno de la parcela, esperando a que fragüe bien el hormigón que los sujeta. El lunes los vestirán con la malla que unirá unos con otros. Hemos contratado el vallado a la empresa Fortema de Malagón, a pocos kilómetros de Ciudad Real, por dos razones fundamentales: Son fabricantes y producen sus productos a partir de materia prima nacional, por lo que eligiéndolos:
Detrás de la guapa "albañila", se dejan ver los palos de hierro galvanizado de la vaya. |
- Rebajamos las distancias y transportes en el proceso, aportando nuestro granito de arena en el combate contra la contaminación por combustibles fósiles.
- Sabemos que la alternativa es comprar malla fabricada en Marruecos, por lo que comprando la fabricada aquí, estamos apoyando la erradicación de los salarios abusivos en el sur que enriquecen a los comerciantes del norte.
- Apoyamos el empoderamiento de nuestro país como productor y consumidor de sus propios productos, dejando la riqueza monetaria que estas transacciones generan en nuestra comunidad.
Además de la valla, hemos encargado a Fortema los 1000 metros de alambre de espino necesario para la construcción del cubillo de superadobe.
Hasta que no esté todo completamente vallado no nos podemos arriesgar a ir llevando al terreno herramientas para la obra, pero hemos ido adelantando trabajo llevando la tierra necesaria para construir. Puesto que con la tierra de los cimientos no tendríamos suficiente para la construcción, hemos estado buscando en Ciudad Real alguna obra en la que se estuviese haciendo movimiento de tierras y la hemos encontrado cerca de la polémica rotonda del helicóptero. Normalmente las empresas constructoras tienen que pagar por llevar a una escombrera las tierras que sacan de sus obras, por lo que no ha habido inconvenientes por su parte al pedir que nos llevasen los 60 metros cúbicos de tierra que necesitaremos.
Ayer fue el día en el que recibimos en la parcela 4 camiones del material básico que constituirá nuestro cubillo.
Antonio Salinero, nuestro arquitecto técnico, antes de cerrar el trato, estuvo haciendo pruebas de composición de la tierra y ha resultado ser muy buena para la construcción. La probeta de la foto deja ver que es bastante rica en arcillas, aunque tendremos que lidiar con algunas piedras que lleva incorporadas.
Comentarios
si se quiere, se puede.
besotes