Después de mucho tiempo, de pedidos mal calculados, de demoras en los envíos y de fallos de precisión en el color final que hemos tenido que resolver por otro lado ... por fin, hemos terminado de pintar la cúpula y hemos podido quitar el andamio.
De todas las posibilidades de pintura, por fín nos decidimos por una pintura al silicato que encontramos a un precio asequible en la Red Verde. Con esta elección dejamos a un lado la posibilidad de obtener un tono más saturado, que era lo que nos gustaba, a cambio de la durabilidad que nos ofrecía este tipo de pintura.
Por el camino hemos tenido bastantes problemas:
La aplicación de la pintura al silicato requiere de tres aplicaciones distintas.
- La primera, una capa de lo que llaman comúnmente agua de vidrio, que tapa el poro del soporte y asegura el buen agarre de la pintura.
- La segunda aplicación es de pintura al silicato disuelta al 20% con agua de vidrio.
- La tercera únicamente con pintura.
Pintura del tono 14 del catalogo de la Red Verde en dos envíos distintos. Como podéis ver no tienen nada que ver. |
El día en que, por fin, llega el segundo envío e íbamos a aplicar la segunda capa, nos quedamos de piedra al ver que el color que nos llegó no tenía nada que ver con el color que encargamos. Impotencia, cabreos y llamadas de teléfono (a un 902 para más datos).
Comité de expertos supervisando el color final |
Total, la solución ha sido comprar un pigmento mineral anaranjado en Ciudad Real, y hacer la mezcla nosotras como nos ha parecido, darlo por todo para conseguir tener toda la superficie de un mismo color.
Será tarea de Esther, la bellartista de la casa, darle un toque guay que le de personalidad a esta tonalidad tan "pitiflus".
De momento hemos pintado solo la cúpula, lo suficiente como para poder quitar los andamios, porque al resto ya llegamos por otros medios. De ahí hacia abajo pintaremos cuando todo el "albañileo" de tapar los huecos que han dejado los hierros esté acabado, para evitar manchar. Tendrá este tono la caida de la puerta y los aleros de las ventanas de abajo.
Ahora, ya sin andamiaje podemos seguir trabajando también en el interior del domo, puesto que la estructura limitaba todos los trabajos que nos quedan por hacer.
Próximamente suelos y acabados interiores. Que nuestro chiquitín ya no lleva ortodoncia.
Comentarios
Brindo por ir avanzando paso a paso y dejar atrás la ansia de perfección.
Un beso,
Lucía
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