Durante los últimos meses la familia peluda de Pájaros en la cabeza ha crecido en número y teniendo en cuenta que en invierno pasamos menos tiempo en la parcela, hemos hecho un invento que tendrá alimentados a nuestros animales aunque no vayamos al campo en días.
¿Cómo hacer un sencillo comedero autorrecargable para nuestros animales?
Necesitamos una garrafa vacía. Nosotras hemos utilizado una de 25 litros, de las de los expendedores de agua caliente-fría de las oficinas. La queríamos así de grande porque el comedero esta destinado a nuestras dos perras, las dos de raza grande y buen comer. Dicen que los perros se parecen a sus dueños y nuestro caso no es una excepción a esa regla.
Esta garrafa tiene que ir anclada a una superficie vertical solida mediante un aplique fuerte a la pared y un agarre en rosca que nos posibilite darle la vuelta a la garrafa para el rellenado de la comida. Se puede comprar en cualquier ferretería.
Anclar el agarre a la pared a una altura a la que
sea posible el vaciado de la comida poco a poco, es decir, no debe estar muy separada de la superficie del plato donde la garrafa debe verter los gránulos.
El funcionamiento del comedero es tan simple como se ve en las imágenes.
Por gravedad se derraman los gránulos hasta que la acumulación de ellos llega a la boca de la garrafa, a medida que los perros van comiendo y el nivel de comida desciende en el plato, de la garrafa desciende la nueva dosis de comida.
Puede pasar que en algún momento exista un atasco en el cuello del dispensador y los gránulos no desciendan por su propio peso, eso se arregla con un pequeño golpe.
Los primeros días tenía que ser yo la que moviese el dosificador para que saliese la nueva carga de comida, pero en una semana Chula y Pancha - que no son las perras más listas del mundo, aunque si las más guapas y graciosas - han aprendido a hacerlo ellas solitas.
Hemos puesto el dispensador en la parte trasera de su caseta para ver si poco a poco, vamos haciendo de aquel su rodal favorito.
El otro gran hito de importancia en la autosuficiencia animal para los días en los que no podemos ir por la parcela, es el agua, y eso lo tenemos salvado con el estanque que generamos como principio del sistema de riego. Les encanta tener un bebedero enorme donde también pueden meterse a refrescarse después de jugar.
Con esto y un bizcocho sentimos que nuestras perritas son como dos pajaretes de 50 kilos que viven a sus anchas en una mega jaula de media hectarea, ¿Creéis que si les ponemos manzanas enganchadas a la valla empezarán a cantar?
Comentarios
Vigilad bien por si algún animalillo se aprovecha (me preocupan especialmente las ratas).
Besos,
Lucía
¿Que te parece la idea? (Se me ha ocurrido sobre la marcha, pero eso seguro que las acojona vivas)
;)D