Hemos aprovechado ahora que tenemos la tierra que habíamos seleccionado para la casa caracol, con una gran dosis de arcilla en gran cantidad para usarla en todo lo que pide a gritos arcillosas mejoras.
Así, estos días hemos aprovechado las manos y las ganas de nuestros jóvenes voluntarios Eugenia y Álvaro, para darle una nueva capa de tierra y preparar el gallinero para la llegada de las lluvias y los fríos. Muchas gracias a los dos, sois más bonicos que ná!
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