Llevamos cuatro semanas reparando los recubrimientos del domo para darle mejor vida y nuestro maltrecho y "malhecho" domo.
Al final hemos optado por la opción mas barata y sencilla.
Después de publicar la "poblemática" de la construcción, nos tintó de amor la mente recibir tantas respuestas de apoyo y de ánimo, pero sobre todo nos ha encantado ver que técnicos especializados y reconocidos a nivel nacional han dedicado tiempo y esfuerzo desinteresadamente a ofrecernos sus saberes y soluciones mas fiables. Gracias a Quique Salgado de Domoterra, a Bárbara de Adobando la tierra, a Javier Herreros de Permacultura creativa y a Pedro Ramirez de La casa de los Domos, por darnos vuestros sabios consejos.
Después de haber hecho muchas pruebas con nuestra arquitecta tecnica, María Sevilla de Moradas de tierra. Hemos dejado de lado toda solución que requiriese acabados de cal, que impliquen mucho esfuerzo, tiempo y dinero.
¿Porque? pues sencillo: No tenemos ninguna garantía de que los revocos más duros a base de áridos y cal no vuelvan a agrietar por que el domo sigue cediendo, y sería una pena echar a perder tanto esfuerzo.
Este verano han salido grietas nuevas en los revocos interiores de la segunda planta, y no sabemos si es por el peso de la tierra de la construcción o porque el estado de estructural del domo va a hacer que los movimientos no dejen de ocurrir nunca.
Así con este escenario nos hemos planteado que una solución válida, y poco costosa en esfuerzo y dinero, es hacer una gran capa de regularización (de entre 5 y 20 cm) con mortero de tierra muy arcillosa y paja en fibra larga. El fijado a los sacos lo garantizan los clavos de madera de 25-30 cm que clavamos en el saco a los que se adhiere el mortero con paja.
Estamos apretando esta mezcla bien con talocha de madera varias veces. Luego, después de unos días, fratasamos con esponja húmedecida en una solución bastante líquida de la misma tierra y arena cribada en una proporción de 1-2, para tapar las pequeñas grietas que genera la arcilla al secarse.
La idea es pintar después el domo con 3 o 4 capas de lechada de cal en pasta de buena calidad, comenzando por una lechada clara de un 1-5 que pueda ser bien absorbida por la arcilla y que garantice el agarre y durabilidad de las pinturas posteriores, para después aplicar un 1-4 , un 1-3 y un 1-2. Este encalado garantizará la permeabilidad relativa de los revocos.
Si en un futuro tuviésemos nuevas grietas debido a los movimientos del domo, con esta solución de tierra es relativamente sencillo hacer reparaciones válidas.
Calculamos que octubre entero lo vamos a echar en reparaciones. Si te apetece echarnos una mano y aprender técnicas de trabajo con barro ponte en contacto con nosotras.
Gracias a Pedro Bel por ver clara la solución, a Eugenia, a Dani, a mi hermano Adrián, a Laura de Puertollano, a Nani, a Lidia, a Uge, a Cristina Escribano, a la Maripili la zapatera (mi madre), a Julia Suegri, a la tia Prado y a Miguel Bas por la ayuda, pero sobre todo mil millones de agradecimientos agradecidos a María Sevilla, por venir a llenar nuestra casa de soluciones, poner ligereza a nuestros pesares y ser tan afín. Gracias María, no sé que hubiésemos hecho sin ti.
Comentarios
Un beso,
Lucía
Todas las fases están reflejadas en el blog.
Te dejo este enlace a un diario fotográfico de todo el proceso desde ahí, en las fotografías puedes encontrar enlaces a la explicación que dimos en su día de cada cuestión, hasta llegar a cómo está hoy.
https://www.facebook.com/pajaros.encabeza/media_set?set=a.10201925397115695&type=3
un saludo