Otra decisión drástica y final ha sido pintar el domo con una pintura impermeabilizante.
Con ello, creemos haber acabado de una vez por todas con los problemas de humedad.
Al recubrirlo con cemento, pensamos que daríamos esquinazo a las humedades, pero el invierno pasado nos demostró lo contrario. El agua seguía pasando y calando las paredes por algunas zonas de la construcción:
- La zona de las vigas, donde los muros no son tan anchos.
- La parte alta de la puerta de entrada, donde la caída del agua tiene menos pendiente y por ello tiene más tiempo para ir calando poco a poco.
- Las jambas de las ventanas.
La primera idea fue revestir de tela asfáltica las zonas donde el muro captaba la mayor cantidad de humedad, pero al comentarlo con nuestro distribuidor de materiales de construcción nos habló de esta pintura. Parece ser que es la pintura que se usa para impermeabilizar fuentes y depósitos de agua. Nos pareció una buena idea usarla en toda la construcción, dejando solamente las partes mas bajas (las que pintamos de blanco con pintura ecológica de exterior) para dar transpirabilidad al muro).
Este es el resultado final. Está precioso. Esperamos que además de bonito sea funcional, y por fin podamos cerrar este capítulo.
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