Hay algunos alimentos que a estas alturas de la vida parece mentira que puedan llevar el adjetivo ecológico. Es más, yo que he visto miles de veces a mi abuela hacer palomitas de su huerta en una sartén, he llegado a creer que lo había soñado. Que las palomitas se criaban en los supermercados embolsadas y listas para meterse en el microondas.
NOTA 1: Para petarlo máximo pincha este enlace y escucha música mientras lees el post. (Si, la navidad me pone el humor a flor de piel)
Desgranando mazorcas. |
El caso es que hace unos años, nuestro amigo Reyes Martínez - guapo fotógrafo meseño - nos dio semillas de una variedad de maiz de los de hacer palomitas.
Me hizo mucha ilusión, pero las plantamos sin querer hacernos muchas ilusiones. Pensando que o no tirarían o no íbamos a dar con la forma de hacerlas a la antigua usanza.
Y si, salieron. Las mazorcas de esta variedad son mucho más pequeñas, pero cada caña da mucha más cantidad de pequeñas mazorquitas.
Después de recolectarlas, hay que pelarlas y colgarlas en un lugar seco durante meses para que se sequen bien y luego desgranarlas.
Para hacerlas en la sartén hay que echar un poco de aceite o mantequilla (al gusto), ponerlas al fuego y esperar a que con la temperatura apropiada empiecen a explotar. (Obligatorio usar una tapa para evitar que salten y se esparzan por todos sitios).
NOTA 2: Muy divertido compartir el proceso con niños.
NOTA 3: Están riquísimas, son sanas y unas grandes aliadas para las tardes de invierno, sofá, peli y mantita.
NOTA 4: Si alguien quiere semilla tenemos un montón, solo tenéis que pedirlas.
NOTA 5: Igual de sencillo conseguirlas dulces que saladas.
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